ColumnaFOTOPoliciaca y Justicia

Maullidos Urbanos / Problemática de la inseguridad (1)

Gato de Barrio /

gatodebarrio@yahoo.com.mx /

Los trágicos sucesos registrados la semana pasada en varios puntos de Guanajuato, Jalisco, Baja California, así como en Ciudad Juárez, es lamentablemente otra señal de que la política presidencial de “abrazos, no balazos” no funciona y alienta los hechos de violencia.

Además, bajo la amenaza de que serán acusados con sus madres o abuelas, lo cual sin duda les ha de provocar carcajadas a los integrantes de los grupos criminales, sumando la idea de que los delincuentes también son personas a las que se les deben respetar sus derechos humanos, los delincuentes han incrementado sus actividades impunemente.

Sucede que ya no solo se agreden entre ellos, ahora personas inocentes son víctimas de los ataques sin respetar su condición social. Lo vemos cuando han perdido el anterior respeto que tenían a la iglesia y además de amedrentar y extorsionar a los sacerdotes, han llegado a herir y asesinar a varios de ellos, como sucedió con los jesuitas en la sierra Tarahumara de Chihuahua, o cuando disparan indiscriminadamente en calles y negocios.

Téngase presente que cuando ha sido detenido algún delincuente relevante, sucede que bajo el argumento de evitar violencia en las calles con ataques en sitios públicos y la quema de vehículos, las autoridades deciden dejarlos libres, como sucedió en el «Culiacanazo», donde tras haber sido capturado Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán fue liberado por una orden directa del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, de forma discreta sucede una variante en la estrategia de las autoridades, principalmente federales: aumentan las actividades de inteligencia, es decir mediante la investigación se ha ubicado e intentado desarticular a las organizaciones de los cárteles criminales y sus acciones, hecho que, por supuesto, no les ha agradado a esos grupos al sentirse perseguidos mucho más de cerca.

Ejemplos los tenemos. La captura de Rafael Caro Quintero en la sierra de Sinaloa, operativo desarrollado sin disparar un solo tiro. Más recientemente, la semana pasada, cuando se dijo que se había  intentado detener a cabecillas del Cártel Jalisco Nueva Generación, lo cual lamentablemente no sucedió y fue la explicación para la violencia desatada en Guanajuato y Jalisco.

Hasta el momento no se ha explicado cómo se obtuvo la información de esa «reunión de altos mandos” de ese cártel, pero indiscutiblemente tuvo que ser mediante labores de inteligencia que se logró saber y se intentó ejecutar la captura. Entonces ese es el camino: desarrollar la inteligencia. En una segunda parte veremos el antecedente de la aparición de los militares.

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