Dos “culiacanazos”, ambos violentos / Maullidos Urbanos
Gato de Barrio /
El pasado jueves 5 de enero, mediante un operativo al que se le llamó el “culiacanazo 2”, por fin se logró la detención de Ovidio López, alias “El Ratón” e hijo del narcotraficante Joaquín “Chapo” Guzmán, acción que generó varias suspicacias, donde una de las más fuertes es que el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende quedar bien con Joe Biden, su homólogo norteamericano para participas en la Cumbre de Líderes de América del Norte.
Y es que desde su punto de este operativo fue exitoso, en comparación al “culiacanazo 1”, del 17 de octubre de 2019, cuando tras la captura de Ovidio, mucho después el presidente reveló que dio la orden para soltarlo, a fin de “evitar un baño de sangre” al calcular que por la reacción de los miembros del crimen organizado se evitaron hasta 200 muertes de inocentes.
Sin embargo, viendo los resultados finales de los dos operativos y comparándolos, el segundo resultó mucho más negativo y letal. Veamos: en el “Jueves Negro” de 2019, el saldo fue de nueve muertos, –aunque las cifras oficiales admitieron solo ocho–, entre ellos un civil, un agente de la Guardia Nacional, cinco presuntos criminales y un interno del penal de Aguaruto, donde se registró un intento de fuga. Además, del lado del Ejército un oficial y ocho elementos de tropa fueron heridos y perdió una pierna, así como ocho militares retenidos.
También 68 vehículos militares recibieron disparos, agresiones contra el Cuartel Militar en Culiacán y la sede estatal del C-4, bloqueos en calles y avenidas de Culiacán, fuga de 50 internos de un penal, disparos contra la unidad habitacional de militares.
En el “Jueves Negro” de 2023 hubo un total de 29 muertos, diez eran militares y 19 del crimen organizado, 35 soldados heridos, 21 detenidos del crimen organizado, ataques al aeropuerto local, con daños a dos aeronaves, 19 bloqueos viales en Culiacán, robo de 250 vehículos, 51 de ellos incendiados, saqueos a 4 tiendas departamentales y más hechos violentos en Los Mochis, Ahome y Mazatlán.
Decir que el operativo fue exitoso por no haber muertos civiles, es minimizar los decesos de los militares, además, personas y transportistas perdieron sus unidades y no será fácil que los recuperen. En resumen, hubo más pérdidas de vidas y mayores daños materiales.
Este caso ha sido excepcional dentro de la política de “abrazos, no balazos”; además no puede afirmarse que con la detención de Evelio Guzmán se terminó con el tráfico de drogas a Estados Unidos y Europa, ya que sus hermanos continuarán con esas ilícitas actividades, pero se demuestra que existe capacidad para enfrentar con éxito al crimen organizado.