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Alebrijes en Cuadratines / Mañaneras de López Obrador

 

Adrián Chavarría Espinosa /

ache57@yahoo.com.mx /

Para usted ¿qué significan o representan las conferencias mañaneras de Andrés Manuel López Obrador? Aunque el presidente las considera como un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas, en realidad se utilizan como plataforma de control mediático donde su diaria presencia en los medios de comunicación y su ajustado formato, le han permitido influir en el debate público de manera desproporcionada.

Para la gran mayoría de sus seguidores es la mejor manera de informarse de forma “veraz y directa, sin manipulaciones”, según reitera constantemente tras acusar a los principales medios de información, impresos, electrónicos y digitales, de mentir y manipular para “responder a los intereses económicos de empresarios corruptos y neoliberales”, aunque aclara con “sus honrosas excepciones”, y sin citar nombres sin duda se refiere al periódico La Jornada.

Lo peor es que esas personas le creen fielmente sus expresiones, cifras, aseveraciones, críticas, todo, sin ninguna objeción, incluso las llegan a defender fervorosamente, todo lo cual le han permitido influir en el debate público de manera desproporcionada.

Esas conferencias deberían ser un modelo de comunicación, de manera circular, donde se formularan preguntas y existieran respuestas a las inquietudes ciudadanas, expresadas a través de los cuestionamientos de los periodistas asistentes al Salón Tesorería de Palacio Nacional, lo cual lamentablemente no sucede.

Primero, porque López Obrador prefiere conceder la palabra al “periodistas” que. Generalmente, le formula preguntas a modo, para que se luzca en sus largas disertaciones, en ocasiones respaldadas con sus propias cifras oficiales.

Cuando ocasionalmente un periodista formula alguna pregunta incómoda y no quiere responder porque quedaría en evidencia tanto él, como sus colaboradores y su gobierno, entonces simplemente rechaza las afirmaciones al expresar su trillada frase de “tengo otros datos” o, bien, hace largos circunloquios donde evade dar una respuesta concreta.

La práctica de las conferencias mañaneras no es nueva. La implantó desde que fue jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, las cuales le ayudaron no solo a enfrentar al presidente Vicente Fox, quien incluso fracasó en su intento de desaforarlo, sino a fijar la agenda política nacional diaria, todo lo cual lo fortaleció en sus futuras aspiraciones.

Ya, como presidente en funciones, las programó de nuevo a las siete de la mañana, después de sostener su diaria reunión con el Gabinete de Seguridad, según él para terminar con las acciones del crimen y la violencia, reuniones inútiles porque no se logran reducir sensiblemente estos hechos.

Además, argumenta que utiliza las mañaneras como su defensa de los “ataques” recibidos desde los medios informativos, es decir su derecho de réplica.

Pero el presidente en sus mensajes prefiere referirse a personas consideradas delincuentes, por ejemplo a Joaquín “El Chapo” Guzmán, como “señor”: en cambio, a adversarios, empresarios y medios de información y a todos quienes expresan opiniones contrarias a sus programas y políticas, los cataloga sin rubor alguno desde corruptos, neoliberales, traidores a la patria, hipócritas hasta casi de conspiradores en contra de la nación.

Muy pocas veces ha sido cuestionado acerca de esas expresiones. Un caso relevante fue cuando el recién fallecido Ricardo Rocha acudió el 28 de mayo del 2019 a la conferencia matutina para reclamarle al presidente la difusión de una lista de medios de comunicación y periodistas que recibieron contratos de publicidad por parte del gobierno federal. “No sé si sus colaboradores no saben leer o mienten intencionalmente, pero en mi caso jamás hubo contratos de compra-venta de opinión editorial”, pero sin recibir respuesta alguna del tabasqueño.

Debe recordarse que fue Rocha quien le abrió las puertas en varios medios a López Obrador, cuando no era aceptado para difundir sobre sus acciones y demandas.

Pero así como se difamó al desaparecido periodista, muchos otros han padecido este tipo de señalamientos. Una de ellas es la senadora Xóchitl Gálvez, a quien en diciembre de 2022 López Obrador dijo que la legisladora como aspirante a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2024 había advertido: “Acaba de decir la señora Xóchitl Gálvez que ella va a quitar los programas de apoyo a los adultos mayores”; ante esta falsa aseveración, ella demandó ejercer su derecho de réplica, pero sin nunca ser permitido o aceptado.

Ante ello Gálvez logró que un juez le autorizara ingresar a Palacio Nacional a dar a conocer su versión, por lo cual ya anunció que este lunes buscará ingresar a la mañanera. Sin embargo, a modo de rechazo, el presidente propuso el jueves que los opositores realicen su propia mañanera, bajo el argumento de que él no va a ayudarla en su campaña política.

La senadora advirtió que pese a los seguidores de López Obrador, quienes buscarán impedir su acceso a Palacio Nacional para evitar su asistencia a ejercer derecho de réplica, ella acudirá y de impedirle su presencia resultaría lamentable para la libertad de expresión.

Sin duda López Obrador seguirá usando a la mañanera como su sitio exclusivo para dictar línea a sus seguidores, insultar a sus adversarios, fijar agenda diaria y todo aquello que se le ocurra para seguir reforzando a su gobierno y a sus intereses personales, aunque para muchas personas todo lo que diga sea verdad, pero en realidad esté muy lejos de ella.

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