Libertad de expresión, o no / Maullidos Urbanos
Gato de Barrio /
Como parte de las campañas políticas, tanto la candidata presidencial, Xóchitl Gálvez como los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, han insistido ante las autoridades electorales para que sean canceladas las conferencias de prensa matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador, por considerar que en ellas se emiten mensajes en favor de Morena y de Claudia Sheinbaum, su abanderada.
Por ello esta semana el mandatario ha defendido varias veces la permanencia y difusión de esas conferencias, también conocidas como “mañaneras”, al argumentar que «representaría una ilegalidad, una gravísima violación a la Constitución y a la libertad de expresión.»
Ha exhortado a sus adversarios a “abrazarnos” y a respetarse: “No sé qué les está pasando, están nerviosos, pero que se serenen, se tranquilicen, somos adversarios no somos enemigos, vamos a abrazarnos, a respetarnos mucho, nada más que no estamos en una dictadura ni de izquierda ni de derecha, en México se vive en una democracia”.
LOS DICHOS Y LOS HECHOS
Sin embargo, debe recordarse que en 2007 López Obrador, apoyado en ese entonces por el PRD, partido donde militaba, logró que se legislara para que constitucionalmente se prohibiera que servidores públicos, funcionarios, en particular el presidente, participaran en procesos electorales, para garantizar la imparcialidad y equidad en esas contiendas.
Entonces estamos ante dos señalamientos marcados en la Constitución: la libertad de expresión y las limitaciones a quienes trabajan en los diferentes niveles de gobierno. ¿Cuál debería prevalecer y ser predominante?
Deben valorarse los pros y contras. Principalmente que la libertad de expresión debe de mantenerse tanto a nivel personal como en los medios de comunicación, pero también admitirse que quienes ostentan alguna autoridad pueden llegar a un mayor número de personas.
López Obrador ha usado a las mañaneras para alentar sus campañas personales y políticas. Entonces no es ninguna censura personal, sencillamente debe respetarse el espíritu de la reforma de 2007 y cancelar esas conferencias.
Pero, este jueves el consejo general del INE por unanimidad se negó a ordenar el retiro de esas conferencias, al argumentar que de existir alguna violación a la ley, entonces se debe sancionar caso por caso, o conferencia por conferencia. Pero si se le ordenó eliminar o bajar de redes sociales las conferencias de los días 7, 11, 12 y 22 de marzo y 1 de abril y no lo ha cumplido, ¿qué se puede esperar en el futuro?
Así López Obrador seguirá usando su programa matutino, pagado con dinero de los impuestos de los mexicanos, sin atender los ordenamientos del INE para eliminar, o al menos, modificar en redes sociales y canales oficiales sus expresiones en las «mañaneras», cuya permanencia de ninguna manera resulta equitativa en el actual proceso electoral.