Las obsesivas propuestas de reformas de Don AMLO / Alebrijes en Cuadratines
- Su inasistencia al acto conmemorativo del Aniversario de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, en Querétaro, confirma su frustración, manifiesta en lo que va de su sexenio, por tener que obedecer la Ley.
Adrián Chavarría Espinosa /
Como lo ha anunciado reiteradamente estas últimas semanas, el presidente Andrés Manuel López Obrador enviará al Congreso de la Unión once iniciativas de reformas constitucionales, las que a excepción de la relativa al tema de incrementar al 100% las pensiones de jubilados, las demás no pasarán según ha advertido la oposición.
Incluso, anticipó que no acudiría a Querétaro al acto conmemorativo de la promulgación de la Constitución de 1917, donde estará presente con su representación Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación, para por la tarde del lunes, en Palacio Nacional, dar a conocer formalmente sus iniciativas las cuales. por supuesto, contarán con el respaldo de las fracciones de Morena tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.
Entre las iniciativas que enviará –ha agregado más con el paso del tiempo–, se espera anuncie una Reforma electoral, en la cual propondrá la desaparición de las candidaturas plurinominales, «para reducir gastos de campaña y el número de diputados y senadores».
Otra sería la muy reiterada reforma al Poder Judicial, donde solicita que jueces, magistrados y ministros sean electos por el voto popular, para que según él, quienes lleguen a esos cargos “sean honestos, íntegros e incorruptibles”, además de proponer la reducción de varias de sus prestaciones, en particular las económicas, para que “respeten” la austeridad republicana y su salario sea menor al del presidente de la república».
Respecto al salario mínimo, su meta es que el incremento para los trabajadores no sea por debajo de la inflación: “Voy a enviar una iniciativa de reforma al artículo 123 de la Constitución, para que se establezca que nunca, jamás, va a aumentar el salario menos que la inflación. Nunca más”, según asegura redundantemente.
También López Obrador insistirá en reformar a la Constitución para «colocar a la industria eléctrica como estratégica y de interés público», con la finalidad de eliminar la reforma energética de 2013 y fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), además de impugnar el amparo otorgado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que respaldó a empresas privadas, lo cual de ninguna forma podrá proceder.
Insistirá en que la Guardia Nacional sea parte de la Secretaría de Defensa Nacional, propuesta que ya fue aprobada por el Congreso, la Suprema Corte la frenó mediante un recurso de revisión, al considerar que esa medida era totalmente inconstitucional.
Una reciente es para prohibir el maltrato animal, la cual sin expresarlo abiertamente, sería en respuesta y apoyo a la demanda de grupos sociales que están en contra de las corridas de toros, en particular en la Ciudad de México, y en general en todo el país.
Respecto a que las pensiones sean al 100% del último sueldo de trabajadores afiliados al IMSS y al ISSSTE, mientras Movimiento Ciudadano ya advirtió que no la respaldara, PRI, PAN y PRD han condicionado su apoyo a que previamente detalle de dónde se obtendrían los recursos económicos para cumplir con ese propósito, lo cual no resulta sencillo.
Las otras iniciativas son, en resumen, para supuestamente reformar en sus funciones diferentes organismos autónomos, como los relacionados con competencia económica, en telecomunicaciones y radiodifusión, en materia de energéticos, así como mejorar la recaudación fiscal, educativa y de amparo.
Sin embargo, existen varias observaciones, entre ellas que varias de las iniciativas ya fueron presentadas y rechazadas, básicamente por ser Constitucionales y no contar con la mayoría calificada que necesitan en las Cámaras de Diputados y Senadores, por lo cual se considera muy difícil que puedan ser aprobadas al persistir las mismas condiciones políticas.
A López Obrador se le acaba el tiempo pues le restan menos de ocho meses de gobierno, lapso en el cual no podría sacar adelante estas iniciativas, pero sin duda serán temas para dar de qué hablar durante las campañas electorales a nivel nacional en favor de los candidatos de Morena, en especial para diputados federales y senadores.
Resulta que así podría concretarse el famoso Plan “C” del inquilino de Palacio Nacional, consistente en que en las elecciones del domingo 2 de junio obtenga el “carro completo” en favor de los morenistas, a fin de llegar a su recurso final que sería en septiembre, en su último mes como presidente y con la nueva legislatura, cuando con la presunta mayoría morenista podría sacar adelante todas sus ocurrencias.
Sería el perfecto plan presidencial: mantener el tema de sus reformas en las campañas, reforzarlas en sus conferencias mañaneras y presionar a la ciudadanía –con el tema de los programas sociales–, para ganar en las urnas y concretar sus propósitos.
Para que ello suceda se requiere del voto ciudadano, por ello es necesario hacer consciencia de que esas reformas no son necesarias ni beneficiosas para la mayoría de los mexicanos, solamente para los intereses particulares de López Obrador.